El lobo solo es fuerte; en manada, invencible
Una mujer alta aparece en el centro de este lugar sencillo y amplio, los acordes de un piano que se antoja muy mexicano, adecuado con la ocasión, trece de septiembre, a un paso del grito, pero aquí estamos entre aullidos, entre la fuerza de los lobos grises, en donde la dama da pasos lentos, cortos, luciendo el vestido negro, zapato ídem, rebozo rojo; arriba, un rostro blanco, ojo grande, cabello agarrado en chongo, micrófono en mano, que se arranca sin miramientos: Y tú que te creías el rey de todo el mundo / y tú que nunca fuiste capaz de perdonar, / y cruel y despiadado de todo te reías, / hoy imploras cariño, aunque sea por piedad.
Estudiantes de la institución se quedaron mudos, pero con el grito en la garganta, viendo a esta mujer alta de nombre María Oznola, que dijo yo sí canto en esta campaña de pertenencia, soy de aquí, acompañada del piano de Rosa Avendaño, compañera del Colegio, y nos deleita con una canción de Cuco Sánchez; y los Bachilleres bien que escuchan, bien que guardan silencio, bien que algunos la tararean, ¿se la saben a su corta edad? Claro. Los lobos son de mundo, mundo bachiller, una manada que se da cita en el Complejo Cultural Los Pinos, donde antes despachaban los presidentes del país, ooohhh, dicen unos, está padre, otros sólo entran, somos del Plantel 10, por acá, pasen, por allá es, somos docentes, somos directivos, todos somos uno, y se siente la fuerza cuando van subiendo las escaleras para ingresar al salón Adolfo López Mateos, nombre de expresidente, por supuesto.
Se va llenando poco a poquito el salón, para que antes de medio día se informe a la comunidad por qué es importante sentirse orgulloso de pertenecer al Colegio de Bachilleres, para que se sepa que el objetivo de sentir la fuerza de la manada es ser como los tres mosqueteros, pero en lobo, todos para uno y uno para todos, el grito de la solidaridad, y así lo explica Adán Escobedo, director general de la institución: el lobo sabe andar solo y es fuerte, pero en manada es invencible. Hay que sumar esfuerzos, y lo sabemos todos; el subsecretario de Educación Media Superior, Carlos Ramírez Sámano, también, quien afirma que se tiene futuro si se construye el presente, porque los jóvenes son los que dan vida a las escuelas y al país, así que aullemos al unísono, a sentir la fuerza de la manada.
Y precisamente, en medio del salón, las botargas de lobos irrumpen y hacen que los Bachilleres griten, aúllen, aplaudan, se saquen fotos, selfis al por mayor, para el Facebook, Instagram: mira, estoy en Los Pinos, dice una estudiante de playera gris cuyo logotipo dice “Siente la fuerza de la manada”.
Por eso, los concurrentes siguen cantando con María Oznola y sintiendo la fuerza de la manada con el piano de Rosa Avendaño: De piedra ha de ser la cama / de piedra la cabecera. / La mujer que a mí me quiera / me ha de querer de a de veras. Cierran así su participación en este lanzamiento y han abierto otra, la del gusto por la música mexicana, “otra, otra, otra”, porque María hace cantar a los jóvenes que quizá habían escuchado esas canciones a través de sus padres o tal vez nunca, pudo haber sido aquí la primera vez y por eso quedarán grabadas en todo su ser, igual que la Campaña de Pertenencia, porque las cosas buenas no se olvidan, así que vamos a seguir aullando solos y en conjunto, pues somos lobos grises, somos Bachilleres.
